“Para conseguir grandes cosas, no debemos solo actuar, sino también soñar, no solo planear, sino también creer”. Anatole France.
Todo empezó hace 22 años, cuando mi madre murió y yo me hundí. La verdad es que a mí me faltaba tener una base de autoestima y de confianza y, en cualquier situación, eso no ayuda en absoluto. Fue mi primera gran pérdida y gran dosis de realidad.
Sin apenas ser consciente de ello, siempre he tenido un “motor” (aún no le he encontrado nombre) dentro de mí que, a pesar de ser pequeño, me ha hecho ir hacia adelante, probar cosas nuevas y conseguir pequeños retos; quizás imperceptibles, pero siempre uno detrás de otro. También me ha empujado, por suerte, a experimentar la vida más allá de lo que nos han contado.
Gracias a llevar una doble vida (la visible como directora de hotel, y la no visible, pero tan intensa como la otra, dedicada al crecimiento personal). Cuando el hotel, donde llevaba los últimos 17 años trabajados decidió cambiar de rumbo, yo tuve la oportunidad de sacar a relucir mi cara B.
Este camino paralelo, no sólo me ha hecho más consciente, me ha ayudado a ver la vida con otros ojos y a saber quién soy, sino que también ha puesto los cimientos y el empuje para que a mis 50 años y en plena pandemia, me haya decidido a trabajar exclusivamente por mi proyecto.
Mis circunstancias en ese momento se podían ver desde al menos dos perspectivas. ¿Tú cuál hubieras escogido?
A. Yo en paro, mi pareja sin trabajo ni paro y los dos, nos embarcamos al mismo tiempo a confiar y aprovechar la oportunidad para empezar de nuevo enfocados, cada uno con el que de verdad nos gusta a nivel profesional.
B. Buscamos un trabajo más o menos seguro ahora, y ya veremos más adelante si podemos hacer lo que nos gusta.
¡Ya sabes cuál escogimos!
¿Por qué te cuento todo esto? Pues porque si yo lo he hecho, y si tú necesitas un cambio, ¡también puedes!
Quiero compartir contigo cuáles han sido mis grandes pilares, los que me han traído hasta aquí y que creo que te pueden ayudar:
1. Hay que escuchar a todo el mundo; no sólo a quien te da la razón, sino a quien no te la da o a quien piensa distinto que tú. Para mí es clave escuchar todas las opiniones con la mente abierta, porque nadie tiene toda la información y, por tanto, nadie tiene toda la razón.
Dicho con otras palabras: todas tenemos una parte de razón, por pequeña que sea y aunque no siempre nos guste. ¿Cómo puedes aprender y avanzar si te rodeas sólo de quien piensa y sabe lo mismo que tú?
2. Pide ayuda si te sientes mal o no sabes cómo continuar. A veces necesitamos a alguien fuera de nuestro lío que nos haga ver la situación con perspectiva para encontrar el camino de salida.
¿Y si lo que haces no funciona? Pues pruebas otra cosa, y otra, y lo que haga falta: tú eres la persona más importante de tu vida y la responsabilidad de estar bien es sólo tuya. ¿Tiene sentido estar mal y no hacer nada para cambiarlo?
3. Conócete: dedica tiempo a saber lo que te gusta y te hace sentir bien. Es necesario que sepas y tengas siempre presente cuáles son tus valores, tus sueños, lo que te rompe el corazón y lo que te hace sentir mal, también. En definitiva, debes saber quién eres para poder elegir, tomar decisiones y poner límites.
4. Ponte un objetivo, grande o pequeño da igual, pero que sea sólo tuyo, que todo lo que hagas, directa o indirectamente, te lleve a él. ¿No tienes ninguno? Pues sigue conociéndote, investigando qué te gusta y déjate llevar. Haz las cosas con conciencia, piensa en lo que has aprendido y en lo que no quieres repetir. Adáptate y sigue adelante; la incertidumbre se va diluyendo mientras avanzas
5. ¿Qué haces con los miedos? ¡Estos no se marchan tan fácilmente! A pesar de saber que están a tu lado, no los escuches demasiado; su función es protegerte y mantenerte dentro de tu zona segura, aunque sea incómodo, nada más. Ahora que sabes esto, ¿ves tus miedos un poco más pequeños?
6. Rodéate de quien suma: yo tengo claro que no sé hacerlo todo, por eso me he rodeado de buenas personas y buenas profesionales que han dado forma a Judith Serra Sinergies. Estas personas han sabido transmitir a través de las fotos, de la web, de las palabras, de los colores y del logotipo, ¡la calma que en estos momentos tanto necesitamos! Otras personas simplemente han estado a mi lado, han confiado en mí y en lo que hago, ¡y eso por supuesto, ha sido clave!
Y si aparte de tener un proyecto que te apasiona, puedes ayudar y acompañar a otras personas, ¿es todavía mucho más bonito, no crees?
Mis Sinergias tienen todas las propiedades de los aceites esenciales para aportar bienestar, calmar la mente, equilibrar y reforzar el cuerpo de forma natural. Están diseñadas para que aprendas a cuidarte, enseñes a tu familia y a quien quieres a hacerlo de manera natural. Hábito o ritual, lo más importante ahora es:
¡Para, siente y cuídate!
El otoño es una época de cambios, de parar para volver a arrancar, de pensar en nuevos propósitos: el de ir más despacio, el de saber priorizar, el trabajo, la escuela, los amigos, la familia … Al mismo tiempo, es momento para prepararte para invierno, recogerte y reforzarte.
¡Gracias por leerme, gracias por escucharte y gracias por ser tú!